Bonsai Maniak
Mis comienzos en el bonsái fueron como los de muchos aficionados, de repente un día se cruza uno en tu camino y te enganchas.
Mis padres, a los que les debo saber disfrutar y aprender de la naturaleza, decidieron alimentar esa pasión y me apuntaron a clases en Bonsái Colmenar. Cuando los visité por primera vez ya no pude salir de allí. Estuve 5 años aprendiendo con Carlos Larazo.
Después de esos años, me mudé y pase algún año un poco más alejado del bonsái aunque seguía trabajando árboles que ya tenía por aquel entonces y aún conservo en mi colección.
Al volver a Madrid retomé el tema del bonsái con otra visión y desde hace 7 años me dedico profesionalmente colaborando con varias empresas del sector, trabajando con clientes particulares, aprendiendo de los mejores día a día y disfrutando de cada minuto que le dedico a este increíble arte.